Los que realmente amamos la educación queremos hacerlo bien. Continuamente nos estamos cuestionando nuestra metodología e intentamos mejorar aquello que creemos que no funciona. Además tenemos la certeza de ir por el buen camino cuando observamos que nuestro trabajo produce satisfacción tanto al alumnado como a nosotros. Pero en este constante cuestionamiento y debates metodológicos con nuestros compañeros nos surgen dudas. ¿Lo estoy haciendo bien? ¿Vale la pena tanto esfuerzo? ¿Obtendré mejores resultados innovando o utilizando las técnicas más tradicionales?
Realmente, cuando hablamos de enseñanza directa o directiva todos creemos saber de lo que se trata. No obstante, si seguimos la definición de JOYCE, B. WEIL, M. y CALHOUN, E. en su libro Modelos de enseñanza-Barcelona - Gedisa (2002) podemos ver que:
La instrucción directa consiste en explicar un nuevo concepto o
habilidad, sometiendo a prueba la comprensión del alumnado mediante la práctica
dirigida por el docente y estimulándolos a continuar bajo su guía. Los principios que aseguran la eficacia de la
práctica son los siguientes:
Principio
del modelado: capacidad de ejecutar una
habilidad de modo independiente y sin cometer errores, para ello se le va
proporcionando al alumnado una progresiva independencia en la práctica, hasta
lograr un alto grado. Los períodos de prácticas breves, intensos y altamente
motivados producen más aprendizaje que un número menor de períodos más prolongados. El alumnado necesita realimentación
correctiva para evitar que los procedimientos inadecuados se fijen en su
memoria.
La realimentación, para ser
eficaz, debe ser académica, correctiva, respetuosa y justa. Hacer
que los estudiantes tengan un nivel de exactitud del 85 ó 90%
antes de pasar al siguiente nivel. Práctica distribuida: sesiones de práctica
múltiple escalonada. Los materiales
importantes deben ser examinados regularmente.
Cantidad de
tiempo óptimo entre las sesiones de práctica. Las sesiones de práctica deben ocurrir con más frecuencia al
comienzo del aprendizaje. Una vez que se desenvuelven en un nivel
independiente, las sesiones pueden espaciarse cada vez más.
Necesidad
de proporcionar información de los
resultados. Ayuda a los alumnos(as) para
encontrar su ritmo individual de trabajo. La meta primordial es optimizar el
tiempo de aprendizaje del alumnado.
Ofrecer
refuerzo. El centrar el interés en lo
académico, concediendo la máxima prioridad a la realización de las tareas
escolares, aumenta el compromiso que se requiere por parte de los
alumnos(as) y, por tanto, se consigue mayor logro de
aprendizaje. Es útil que el docente circule por el aula mientras el alumnado
trabaja y los supervise de forma individual mediante comentarios o indicaciones breves.
Creo que muy pocos de los más fervientes defensores de la enseñanza directa cumple con los principios anteriores (¿Cuántos esperan o esperamos a que el alumnado consiga un 85 o 95% de éxito antes de pasar al siguiente nivel?) con lo que lo que recibe ese nombre es un sucedáneo, más que un modelo de enseñanza claramente asumido.
En cuanto a la enseñanza basada en proyectos, el alumnado investigan temas y asuntos motivadores, en contextos de problemas del mundo real, integrando temas diversos con un enfoque multidisciplinar. Los estudiantes trabajan en equipos, usando la tecnología para acceder a la información actual, y en algunos casos consultar con expertos. Coordinan el tiempo y los calendarios de trabajo, desarrollan productos reales como informes multimedia y los presentan al profesorado y a la comunidad entera en una presentación final. Estas experiencias concretas y trabajos manuales se cruzan con tareas intelectuales más abstractas para explorar asuntos complejos.
El aprendizaje por proyectos tiene muchas ventajas: se centra en los conceptos y principios de una disciplina, implica a los estudiantes en investigaciones de solución de problemas y otras tareas significativas, les permite trabajar de manera autónoma para construir su propio conocimiento y culmina en productos objetivos y realistas.
¿Cuáles serían los problemas de la aplicación del ABP? En primer lugar, el principal problema estaría en la posible dispersión de objetivos, la deriva sin rumbo, las dificultades en la evaluación, la desconfianza del resto del profesorado o las familias ante los resultados de dicho aprendizaje, etc. No obstante, muchas de estas dificultades se pueden solventar si tenemos en cuenta una serie de principios cada vez que emprendemos un proyecto y que podemos consultar en este documento de Conecta 13: cuestionario de valoración de proyectos.
¿Son incompatibles ambos modelos? Evidentemente, no son incompatibles. Es más, en la actualidad estamos asistiendo a un resurgir de las clases magistrales a través de diferentes formatos (la plataforma TED- http://www.ted.com/es un ejemplo) o a un uso diferente de las mismas como es el caso de the flipped classroom en el que los vídeos que el alumnado consulta es una adaptación de ese modelo más tradicional.